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FELIZ CUMPLEAÑOS DIOS MIO!


Se aproxima tu Cumpleaños Dios Mío
y desde el fondo de mi corazón 
quiero alabarte y bendecirte,
darte gloria por lo grande y bueno que eres conmigo
y con todos los que amo.

Quiero que nazcas en mi corazón
y que permanezcas ahí cada uno de los 365 días del año,
aumenta mi Fe Padre Amado!
y permiteme ser luz para el que esta perdido,
esperanza para el que se siente desvalido,
paz para el que se encuentra lleno de problemas
y la mano amiga para quien necesita de alguien que le escuche.

Infinitas gracias Señor
porque más que pedirte tengo tanto que agradecerte,
bendito sea tu Nombre y eternamente lo sea
por siempre estar a mi lado cuando más te necesito,
porque me levantas cuando los demás ni siquiera
saben que he caído,
porque me provees de lo necesario,
porque me das techo donde dormir,
una Familia que me ama y un lugar a donde ir.

Estos días de Fiesta,
Tu eres mi invitado especial!
hay un lugar para ti en mi mesa y mi corazón.
Tu eres el festejado y a veces lo olvidamos,
pero quiero avivar en mi y los míos
el verdadero significado de la Navidad:
Tu Nacimiento Jesús!

Habrá una silla especial esperándote entre nosotros
y un corazón dispuesto a recibirte 
con la firme intención de ser mejor persona para el prójimo...
Y que mas próximo a mi, que mi Familia...
Es ahí donde pienso que tenemos que empezar.

Padre Amado
gracias por este año que me diste,
sé que no soy perfecta pero aun así me bendices
y no me desamparas, gracias!
porque aun sin merecerlo no me sueltas de tu mano
y de una u otra manera me mandas bendiciones.

Algunas personas buenas se fueron a tu lado este año,
sé que están en un lugar mejor junto a ti,
te pido mucho por ellos y por los que estamos acá aun,
ayúdanos a ser mejores personas,
a no ser inmunes ante el sufrimiento ajeno
y a vivir tal y como tu lo mandas.

Pido tu bendición para mi y los míos para el próximo año
abre nuestros caminos Padre,
bendice nuestra vida,
aléjanos de los peligros y 
de la maldad de nuestro alrededor,
que tu santo Espíritu nos acompañe siempre,
que tu Mano nos proteja y
tus bendiciones nos acompañen.

Feliz Cumpleaños Dios Mío
y gracias por todo y por tanto.

TE AMO!!!

Por Alejandra Robles

ORACION PARA LIBERACION DE LAS CARGAS DE TODO EL AÑO

Oración para la liberación de las cargas de todo el año

Estoy consciente de que soy hijo/a de la luz divina, 
me reconozco pecador y hoy quiero dirigir mi pensamiento 
a Dios Nuestro Señor, 
pues decido que quiero liberarme de mis pecados, 
hoy quiero perdonar a quien me haya herido 
de cualquier forma y pido que me perdonen en el nombre de Cristo Jesús.

Hoy he comprendido que si me niego a perdonar 
me enfermo y me ato yo mismo, 
en cambio si perdono, 
sanare de mente, cuerpo y alma.

Las heridas se convierten algunas veces 
en medios para manipular y controlar 
en mi entorno cuando me conviene, 
hoy suelto el pasado 
y sano a mi alma la hago libre!

Hoy me libro de cargas mentales y físicas, 
las dejo en el pasado donde deben estar
Y solo tomo de ellas las enseñanzas que me hayan dejado

Hoy me libro de cargas emocionales, 
de círculos viciosos, 
de depender de alguien más para poder ser feliz, 
porque la felicidad está dentro de mí, 
no al lado de nadie más.

Hoy me libro de todo lo que me hace mal: 
de personas, de lugares, de recuerdos… 
porque no merecen ni siquiera ser 
un mal pensamiento en mi vida.
Soy paz, soy tranquilidad, soy luz, 
soy fuerza, soy amor.

¡Fuera ataduras!
¡Fuera egos!

Soy libre por el poder del Espíritu Santo
que me reconcilia con Jesús Sacramentado que me ama

¡CRISTO VIVE!


Escrito por Atenea Unsentimiento



REGALA TIEMPO A TUS PADRES ESTA NAVIDAD Y AÑO NUEVO

Regala tiempo a tus Padres esta Navidad y Año Nuevo

Estábamos sentados a la mesa mi esposa y yo, los dos solos. En ese instante, no sé ni como, vinieron a mi mente recuerdos de mis padres.

Cuando era joven, durante las fiestas navideñas, tenía un montón de invitaciones para asistir a cenas y fiestas con mis amigos y aunque en casa también teníamos cenas especiales, yo siempre prefería asistir a esas reuniones con mis amigos en lugar de pasar la velada con mi familia.

Mi padre, siempre quiso que toda la familia, al menos el día de Navidad, estuviéramos juntos y por eso siempre nos decía, que dividiéramos las fechas. Que los que ya estaban casados, pasaran la fiesta del Año Nuevo en casa de sus suegros y que los solteros, la pasáramos con los amigos.
Lo único que nos pedía era que la Navidad la pasáramos con él y con mi madre.

¡Nunca le pudimos cumplir!

Mis hermanos ya casados, nunca pudieron. Siempre alegaron que la casa de mis padres estaba muy lejos de sus domicilios, que hacia mucho frío, que había nevado, en fin, siempre excusas.

Los solteros, siempre preferimos salir con los amigos para bailar, divertirnos y beber. ¡Siempre preferimos estar con otras personas, antes que con nuestros padres! 

Nuestras atenciones y afectos siempre fueron para otras personas.

Una noche de diciembre, mi hermano mayor nos convocó a todos los demás, para hacernos saber, que deberíamos pasar más tiempo con nuestros padres, ya que nunca después de haberse casado los mayores, habíamos pasado una Navidad todos juntos.

Ahora con el tiempo, me doy cuenta que mi hermano estaba pasando por lo mismo que mis padres, ya que sus hijos mayores, empezaban a pasar estas fechas con sus amigos y él y su esposa se encontraron solos en Navidad. Todos estuvimos de acuerdo en que pasaríamos la Navidad, en casa de mis padres.

Al enterarse mis padres se pusieron muy felices. Mi padre le dijo a mi madre, que preparara una gran cena. En la casa todo era felicidad.

Mi padre se acercó y me dijo: 
- Estoy muy feliz hijo, porque por fin voy a tener a todos sentados en la mesa de nuestra casa, como cuando eran pequeños. Quiero ver a mi hijo el mayor sentado a mi derecha y a ti a mi izquierda por ser el más pequeño.
Tu madre estará en el extremo opuesto junto a tus hermanas. Estaba tan feliz y emocionado que me dio un abrazo tan lleno de amor que casi se me saltan las lágrimas.

Todo estaba listo. Eran las 19 horas y les dije a mis padres: 
- Voy a salir un momento para comunicarles a mis amigos que no pasaría Navidad con ellos, sino con mi familia.

Mi padre dijo: 
- Haces bien hijo, para que no te estén esperando y me dio una palmada en el hombro, mientras sonreía.

Cuando salí me esperaban dos de mis amigos a los que les comenté que me quedaría con mis padres, pero ellos insistieron en que por lo menos brindara con ellos, para que sintieran que yo estaba allí. Pero el brindis se fue alargando hasta casi la media noche. Todo el tiempo pensaba que mis hermanos y hermanas ya estarían en casa junto a mis padres, esperándome para empezar.

Por fin con un fuerte sentimiento de culpa por no haberme ido de inmediato, me retiré sin despedirme de mis amigos. Presentía que recibiría algún reproche por parte de mis hermanos y que todos estarían enojados conmigo.

Cuando iba acercándome a casa, me di cuenta que no oía voces, ni cantos, ni risas de parte de mi familia, pensé que por estar fría la noche se encontrarían en el interior de la casa con mis padres, así que entré por la puerta intentando ser discreto, pensando que si me preguntaban les diría que me había quedado dormido.

Cuando abrí la puerta no oí ningún ruido, sólo escuché la conversación de mi padre con una voz quebrada por el llanto diciéndole a mi madre: 
- No vino nadie, ni siquiera el menor de nuestros hijos que vive con nosotros, está aquí.
¿Qué hemos hecho con nuestros hijos que no quieren pasar con nosotros una noche tan especial? Somos sus padres, esta casa la construimos para ellos con todo nuestro amor, esfuerzo y trabajo. ¿Por qué no nos pueden dedicar un día? Si nosotros les dedicamos toda nuestra vida.

Se oía mucha tristeza en sus palabras, en ese momento no tuve valor suficiente para acercarme.
Seguí oyendo a mi madre que le contestó con unas palabras que aún retumban en mis oídos:

- No te preocupes, los padres tenemos que entender que sólo estamos en el pensamiento de nuestros hijos cuando son pequeños. Pero cuando crecen, ese pensamiento lo ocupan en otras cosas, como el colegio, sus tareas, la diversión, sus amigos, las fiestas y después en el noviazgo, el trabajo, la esposa y sus propios hijos.

Sus ocupaciones y preocupaciones son otras y nosotros no somos parte de ellas. Quédate tranquilo, todo lo que hicimos y les dimos fue por amor. ¿Tú crees que van a preferir pasar la noche de Navidad con un par de viejos que ya no pueden bailar, que ya no tienen gracia ni para hacerles reír y que se quejan por todo? 

- Anda, anímate! ¡Mira, voy a poner los diez platos sobre la mesa y a medida que vayan llegando les iremos sirviendo! ¡Quieres ayudarme?

Sentí un enorme nudo en la garganta que no me dejaba respirar, me sentí tan desagradecido, tan mal hijo, tan avergonzado, ¿Cuánto tiempo le he dedicado a otras personas y actividades nada importantes comparadas con mis padres? ¿Cuántas veces he dejado de abrazarlos, besarlos y decirles cuanto les amo?

Salí de donde estaba y abracé a mi padre y le pedí perdón, luego fui con mi madre, le besé sus manos y me arrodillé, ella me acariciaba los cabellos mientras mi padre se secaba las lágrimas y dándome la mano me sentó a su derecha y dijo: 

- No es necesario que estén todos, uno solo representa a los demás. Vieja, sirve la cena. ¡Que nuestra familia ha llegado!

Hoy mis hijos no están conmigo y en mi mesa están los dos platos servidos, en cuanto llegue alguno, tan solo uno, entonces mi familia habrá llegado...

Que tontos somos a veces en no disfrutar de nuestros Padres en vida, de no regalarles un poco de nuestro tiempo en esas fechas importantes, ellos siempre nos esperan porque nos aman. 

Seria mucho darles un par de horas compartiendo algo de lo que prepararon con tanto gusto para nosotros?

Cierra los ojos e imagina la Navidad o Año Nuevo que ellos ya estén en el cielo... no te gustaría tenerlos por un minuto por lo menos?

Hoy los tienes, mañana quien sabe... DISFRÚTALOS!!!

EL ARBOL NAVIDEÑO DE LOS BUENOS DESEOS


Yo quisiera en esta NAVIDAD 
poder armar un ÁRBOL dentro de mi corazón 
y colgar en él en lugar de esferas y adornos, 
los nombres de toda mi familia, 
a quienes amo con todo mí ser. 

Los que viven lejos y cerca, 
a los que veo todos los días 
y los que raras veces veo, 
a los que siempre recuerdo 
y los que a veces olvido sin querer, 
a los de momentos difíciles y 
los de momentos intensamente felices. 

A los que sin querer me hirieron, 
y los que yo herí sin querer, 
a los que me brindaron valiosas enseñanzas 
y a los que tal vez un poquito aprendieron de mí. 
Quiero que éste ÁRBOL 
tenga raíces profundas y fuertes, 
para que los nombres de mi familia, 
mis seres queridos, 
nunca jamás sean arrancados de mi corazón, 
y que sus ramas sean gigantes. 

Un ÁRBOL de sombra agradable, 
para que nuestra amistad, amor confianza y cariño 
sea un momento de reposo en la lucha diaria de la vida. 

Quiero que el espíritu de NAVIDAD haga: 
De cada deseo la más hermosa flor 
De cada lágrima una sonrisa 
De cada dolor la más brillante estrella 
De cada corazón una dulce 
y tierna morada para recibir a JESÚS.

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO
Que tengas felices fiestas
y que el año que viene 
sea mucho mejor que este que termina
Lluvia de bendiciones para tu vida!


MI CARTA A SANTA


Querido Santa: 


Te escribo esta carta sentada al volante en la fila del colegio, ya que quien sabe cuándo volveré a tener un poco de tiempo libre. He sido una buena madre durante todo el año. 

He alimentado, llevado, traído y cuidado a mis hijos cada vez que lo han necesitado. He visitado con ellos al dentista y la sala de urgencias muchas más veces de las que he visitado a mi ginecólogo. 

He forrado libros, vendido boletos, recabado latas y periódicos para obtener fondos para la escuela; he ido de madrugada a imprimir tareas al cyber porque se descompuso la impresora. 

Pensaba que quizás, ya que no te he pedido nada en los últimos años, esta Navidad podrías traerme algunas cositas. 

Aquí tienes mis deseos: 

Me gustarían una nueva cabeza que no doliera tanto y unos brazos delgados pero que fueran lo suficientemente fuertes como para apartar a mis hijos de malas compañías o mientras hacen un berrinche.

También quisiera una linda cabellera, ya que en algún lado perdí la mitad de la que tenía, por ahí del séptimo mes de embarazo. 

También me gustaría tapicería de auto resistente al yogurth, un estéreo que sólo ponga música para adultos sensatos, una televisión que NO transmita programas de animales que hablan y un rinconcito secreto en mi closet donde poderme esconder para hablar por teléfono y revisar mis mensajes. 

En el aspecto práctico, quisiera una muñeca que hable y diga: 
- Sí, Mamá
Para ayudarme en mi autoestima como madre y tres jeans  elásticos que se abrochen sin necesidad de tanta fuerza. 

También me gustaría una grabación de monjes tibetanos cantando: 
- Lávateeee los dientes y 
- Levántenseeeee en éste momentoooo... oooommmmggggg

Ya que mi voz parece estar fuera del alcance auditivo de mis hijos, aun cuando grito lo bastante fuerte.

Sería maravilloso si me concedieras  que mis hijos hicieran su tarea y recogieran su cuarto sin necesidad de que mi cara cambie tanto de color, así ahorraría líneas de expresión futuras.

Si fuera tarde para encontrar todo esto, quisiera al menos el tiempo suficiente para cepillarme los dientes y peinarme en la misma mañana, o el lujo de sentarme y comer tranquila mi comida caliente o de ver ese programas de televisión que tanto me gusta.

Sería demasiado pedir que pudiéramos llamar "verdura" a los tacos y que no engorden? Me ayudaría a tener la conciencia en paz con respecto a la alimentación de los niños. 

Bueno Santa, el timbre de salida me indica que terminó mi tiempo y los otros papás quieren avanzar. 

Que tengas buen viaje y recuerda limpiar tus botas antes de entrar cuando vayas a mi casita, a esa bendita duela tono chocolate se le nota todo! 

Puedes comerte las galletas que te dejamos en la mesa, pero cuidado con dejar migajas por favorcito ;)

Con cariño,
Mami

P.D: ¡Ahhhh!... Se me olvidaba, puedes anular todos mis deseos con tal de que hagas que mis hijos crezcan felices, que tengan salud y amor por la vida, que sepan valorar y nunca se olviden de lo poco o mucho que les pude ofrecer y que se conviertan en personas exitosas y de bien, seguros de si mismos, con paz y amor en su mente y en su corazón. 

Ahora si me voy, 
besos. 




NO TE OLVIDES DE MI CUMPLEAÑOS


Nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños. Todos los años se hace una gran fiesta en mi honor y creo que en este año sucederá lo mismo.

En estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en la radio, en la televisión y en todas partes no se habla de otra cosa si no de lo poco que falta para que llegue ese día.

La verdad es agradable saber que, al menos un día del año, algunas personas piensan un poco en mí. 

Como tú sabes, hace muchos años empezaron a festejar mi cumpleaños. Al principio parecían comprender y agradecer lo mucho que hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe para qué lo celebran. La gente se reúne y se divierte mucho, pero no sabe de qué se trata.

Recuerdo el año pasado, al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta en mi honor. Había cosas muy deliciosas en la mesa, todo estaba decorado y recuerdo también que había muchos regalos; pero… ¿Sabes una cosa? Ni siquiera me invitaron. 

Yo era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme. La fiesta era para mí y cuando llegó el gran día me dejaron afuera, me cerraron la puerta... y yo quería compartir la mesa con ellos.

La verdad no me sorprendí, porque en los últimos años todos me cierran la puerta. Y como no me invitaron, se me ocurrió estar sin hacer ruido. 

Entré y me quedé en el rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos ebrios contando chistes, carcajeándose. La estaban pasando en grande. Para colmo, llegó un hombre gordo vestido de rojo, de barba blanca y gritando ¡jo-jo-jo-jo! Parecía que había bebido de más. 

Se dejó caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia él, diciendo: 

- Santa, llegó Santa!!!!

¡Como si la fiesta fuese en su honor!

Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse; yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara y ¿sabes? Nadie me abrazó... 

De repente todos empezaron a repartirse los regalos, uno a uno los fueron abriendo, hasta que se abrieron todos, me acerqué para ver si de casualidad había alguno para mí.

¿Qué sentirías si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a otros y me dije:

- A ti no te regalaran nada? Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.

Cada año que pasa es peor, la gente sólo se acuerda de la cena, de los regalos y de las fiestas y de mi nadie se acuerda. 

Quisiera que esta Navidad me permitieras entrar en tu vida, quisiera que reconocieras que hace casi dos mil años vine a este mundo para dar mi vida por ti en la cruz y de esa forma poder salvarte. Hoy sólo quiero que tú creas esto con todo tu corazón.

Voy a contarte algo, he pensado que como muchos no me invitaron a su fiesta, voy a hacer la mía propia, una fiesta grandiosa como la que jamás nadie se imaginó, una fiesta espectacular!!

Todavía estoy haciendo los últimos arreglos, por lo que este año estoy enviando muchas invitaciones y en este día, hay una invitación para ti, sólo quiero que me digas si quieres asistir, te reservaré un lugar y escribiré tu nombre con letras de oro en mi gran libro de invitados, en esta fiesta solo habrá invitados con previa reservación y se tendrán que quedar afuera aquellos que no contesten mi llamado.

Prepárate porque cuando todo este listo, daré la gran fiesta... 
Hasta pronto!!!

Con cariño,
Tu amigo Jesús


MIS SILLAS VACIAS


Empiezan los preparativos, 
cual será el menú de la cena 
y en que lugar nos reuniremos.  
Y aparece la pregunta inevitable: 
Cuantos somos este año? 
Y en la respuesta aparecen implícitamente: 
"Las Sillas Vacías" 
de las personas que no están… 
Las que están lejos y  que la vida llevo por otro camino, 
la que eligió no estar porque se enemisto con alguien 
de la familia  y la que Dios se llevo a su lado...  
Y aparece la tristeza y las sillas vacías duelen…  
Entonces es cuando más necesito 
ese abrazo que cobija, que protege, que es prolongado… 
y que lamentablemente no va a llegar… 
Entonces  me doy cuenta que extraño esa sonrisa, 
esas platicas amenas, esa complicidad que teníamos, 
esa mano dispuesta a ayudarme siempre, esa compañía… Los ojos se me llenan de lágrimas y duele mucho,
 muchísimo,  pero esa es la realidad y hay que aceptarla,
 suspiro profundo y cierro mis ojos 
como queriendo que ese aire 
llegue hasta esa persona que me falta, 
abro mis ojos y  giro la cabeza 
y lo que veo son  las "Sillas Ocupadas": 
son las personas que me aman y que yo amo... 
¡Y entonces sonrió!
Así es la vida con pérdidas y ganancias… 
Y así voy a brindar el 24 y el 31 
con lágrimas contenidas 
por esas "Sillas Vacías" 
y sonriendo desde el alma 
por las "Sillas Ocupadas".
Alegre, si alegre, a pesar de la tristeza, 
porque estar alegre no necesariamente es estar feliz . 
La alegría es una emoción pasajera 
que termina cuando el buen momento finaliza. 
La felicidad es otra cosa, es un estado del alma. 
Ser feliz, es estar en paz, pleno, en paz 
sabiendo que estoy recorriendo el camino correcto, 
el que coincide con el sentido de mi vida, 
el de mis temores y mi coraje, 
mis virtudes y mis defectos, 
mi camino, el que yo elegí, 
un camino en el que hice todo lo que pude y más…  
Brindaré por los que no están 
y brindaré incondicionalmente por los que si están, 
por los que ame y por  los que amo 
y con lo que tengo procuraré ser feliz. 
Posiblemente tu también tengas "Sillas Vacías" 
en tu mesa este año al igual que yo, 
pero a pesar de los ausentes 
y con la dicha de los presentes, 
te deseo una Feliz Navidad 
y Próspero Año Nuevo para ti y toda tu familia, 
que sus anhelos se hagan realidad 
y que llegue a ti lo que tanto anhela tu corazón. 
Disfruta de lo que tienes hoy 
porque no todos tienen esa dicha.

Un gran abrazo, bendiciones para tu vida. 


UNA HISTORIA DE NAVIDAD


Se avecinaba la noche de Navidad. Un ángel se le presentó a una familia rica y le dijo a la dueña de la casa:

- Te traigo una buena noticia, esta noche el Señor Jesús vendrá a visitar tu casa.
La señora quedo entusiasmada. Nunca había creído posible que en su casa sucediese este milagro. Trato de preparar una cena excelente para recibir a Jesús. Encargó pollos, conservas y vino importados.

De repente sonó el timbre. Era una mujer mal vestida, de rostro sufrido, con el vientre hinchado por un embarazo muy adelantado.
- Señora... ¿no tendría algún trabajo para darme?... Estoy embarazada y tengo mucha necesidad del trabajo.
- Pero ésta es hora de molestar?.. Vuelva otro día, respondió la dueña de la casa. Ahora estoy ocupada con la cena para una importante visita.

Poco después, un hombre, sucio de grasa, llamó a la puerta.
-Señora, mi camión se ha arruinado aquí en la esquina. Por casualidad, ¿no tendría usted una caja de herramientas que me pueda prestar?..
La señora, ocupada como estaba limpiando los vasos de cristal y los platos de porcelana, se irritó mucho..
-¿Usted piensa que mi casa es un taller mecánico?... ¿Dónde se ha visto importunar a la gente así?... Por favor, no ensucie mi entrada con esos pies inmundos!
La anfitriona siguió preparando la cena, abrió latas de caviar, puso champaña en el refrigerador, escogió de la bodega los mejores vinos, preparó unos coctelitos.

Mientras tanto alguien afuera batió las palmas. Será que ahora llega Jesús, pensó ella emocionada y con el corazón acelerado fue a abrir la puerta. Pero no era Jesús. Era un niño harapiento de la calle.
-Señora, deme un plato de comida.
-¿Cómo te voy a dar comida si todavía no hemos cenado?... Vuelve mañana, porque esta noche estoy muy atareada.

Al final, la cena estaba ya lista. Toda la familia emocionada esperaba la ilustre visita. Sin embargo, pasaban las horas y Jesús no aparecía.

Cansados de esperar empezaron a tomar los coctelitos, que al poco tiempo comenzaron a hacer efecto en los estómagos vacíos y el sueño hizo olvidar los pollos y los platos preparados.

A la mañana siguiente, al despertar, la señora se encontró con gran espanto frente a un ángel.

-Un ángel puede mentir?... Gritó ella. Lo preparé todo con esmero, aguardé toda la noche y Jesús no apareció. ¿Porqué me hizo esta broma?...
-No fui yo quien mentí, fue usted la que no tuvo ojos para ver, dijo el ángel.
Jesús estuvo aquí tres veces, en la persona de la mujer embarazada, en la persona del camionero y en el niño hambriento. Pero usted no fue capaz de reconocerlo y de acogerlo.

Cada día que pasa, quizá Jesús llame a nuestra puerta y de nosotros depende si le abriremos o no, puede estar vestido de un hombre lleno de harapos o de una señora de sociedad que necesita un consuelo, seamos caritativos y pongámonos en empatía con los demás, nunca sabemos si el día de mañana nosotros seamos lo que necesitemos de los demás.

Dios te bendice.

CARTA ANTICIPADA A SANTA


Estimado Santa:

Te extrañará que te escriba con anticipación, pero quiero que tengas tiempo de irte preparando. En esta ocasión no tengo la menor intención de ser humilde, pensar en los demás y tener caridad.

Voy a pedir sin medida pues ya estoy harta de ser cautelosa en mis peticiones y recibir miserias. Ahí te va mi lista y te aseguro que miles de mujeres como yo pedirán lo mismo, así es que puedes hacer producción al mayoreo.

Deseo que no haya límite en las tarjetas de crédito, que exista un código especial que cuando se refiera a hacer compras, siempre pase.

Quiero un verdadero hombre, pero en serio Santa, no me traigas imitaciones... ¡Di NO a la piratería!

Quiero un alfiler en el ombligo que, al ponerme un poco llenita, automáticamente me desinfle las llantitas.

Regálame una aspiradora humana, que al momento en el que algún patán se quiera pasar de listo, lo aspire sin problemas. 

No quiero volver a depilarme!!!  O pones de moda los vellos en las piernas, axilas, bigote, área de bikini y demás, o me los quitas todos de una vez. Quiero hacerme por última vez un manicure y pedicure y que dure para siempre como recién hecho. 

Mi marido, novio, pareja u lo que sea, tiene que adivinar lo que deseo que diga y lo que me gusta que haga, que sepa lo que me pasa y lo que quiero que me regale. Quiero también que sea capaz de imaginarse como quiero que se comporte con mi familia, cuando estoy sensible y cuando no quiero que se aparezca.

Un regalo ideal sería que el embarazo durara dos días y no doliera. Además que no tuviera que subir tanto de peso! El ciclo menstrual, te doy chance que dure 2 horas y me gustaría tener un botón en la mano para ser fértil sólo en el momento que uno quiera y sea propicio, no antes ni después.

Si un hombre se atreve a andar de chistosito, a ser infiel o estar mintiendo, insértales un chip que haga que se les encienda la nariz como a tu reno y le crezca como a Pinocho... ahh! y además que se les caiga el asunto. Si se le ocurre serme infiel, haz que no pueda tener una erección en el tiempo que yo decida, porque quizás no me convenga mucho.

Que la ropa sufra de metamorfosis según la temporada: que las playeras se vuelvan abrigos, los pantalones en bermudas y así... Pompas, bubis, piernas, todo con bombilla inflable, según la ocasión lo amerite. Que las abdominales las pueda comprar ya hechas y para llevar.

Gracias mi precioso Santa porque se que me complacerás en mis peticiones, ya que tu sabes que siempre pido para otros y no para mi, ya me toca no?

Nos vemos el 24 de diciembre, si todo está listo antes no importa.

Con cariño, te mando besos, abrazos y apapachos.

Atentamente,
Una mujer como todas.

LA LEYENDA DEL CUARTO REY MAGO


LA LEYENDA DEL CUARTO REY MAGO


Hay una leyenda que, sin ser parte de la Revelación, nos enseña lo que Dios espera de nosotros:

Se cuenta que había un cuarto Rey Mago( ARTABÁN), que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo pensaba ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personitas que iban solicitando de su ayuda.

Este Rey Mago las atendía con alegría y diligencia, e iba dejándoles una perla a cada uno. Pero eso fue retrasando su llegada y vaciando su cofre. Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables y no podía dejarlos desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego procedía su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido.

Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres hacia Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo. El Rey Mago siguió buscándolo, ya sin la estrella que antes lo guiaba.

Buscó y buscó y buscó… y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño y ayudando a los necesitados. Hasta que un día llegó a Jerusalén justo en el momento que la multitud enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar. Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, podía ver en sus ojos el brillo de la estrella. Aquel miserable que estaba siendo ajusticiado era el Niño que por tanto tiempo había buscado!!

La tristeza llenó su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, ya era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. Había fallado en su misión... 

Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.

Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que la de la estrella, llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro! 

El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba y extendió su mano mientras hacía una reverencia. Jesús le tomó tiernamente y le dijo:

“Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida. Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que atendiste en tu camino. 

¡Muchas gracias por tantos regalos de amor,  ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa!


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