Querido Santa:
Te escribo esta carta sentada al volante en la fila del colegio, ya que quien sabe cuándo volveré a tener un poco de tiempo libre. He sido una buena madre durante todo el año.
He alimentado, llevado, traído y cuidado a mis hijos cada vez que lo han necesitado. He visitado con ellos al dentista y la sala de urgencias muchas más veces de las que he visitado a mi ginecólogo.
He forrado libros, vendido boletos, recabado latas y periódicos para obtener fondos para la escuela; he ido de madrugada a imprimir tareas al cyber porque se descompuso la impresora.
Pensaba que quizás, ya que no te he pedido nada en los últimos años, esta Navidad podrías traerme algunas cositas.
Aquí tienes mis deseos:
Me gustarían una nueva cabeza que no doliera tanto y unos brazos delgados pero que fueran lo suficientemente fuertes como para apartar a mis hijos de malas compañías o mientras hacen un berrinche.
También quisiera una linda cabellera, ya que en algún lado perdí la mitad de la que tenía, por ahí del séptimo mes de embarazo.
También me gustaría tapicería de auto resistente al yogurth, un estéreo que sólo ponga música para adultos sensatos, una televisión que NO transmita programas de animales que hablan y un rinconcito secreto en mi closet donde poderme esconder para hablar por teléfono y revisar mis mensajes.
En el aspecto práctico, quisiera una muñeca que hable y diga:
- Sí, Mamá
Para ayudarme en mi autoestima como madre y tres jeans elásticos que se abrochen sin necesidad de tanta fuerza.
También me gustaría una grabación de monjes tibetanos cantando:
- Lávateeee los dientes y
- Levántenseeeee en éste momentoooo... oooommmmggggg
Ya que mi voz parece estar fuera del alcance auditivo de mis hijos, aun cuando grito lo bastante fuerte.
Sería maravilloso si me concedieras que mis hijos hicieran su tarea y recogieran su cuarto sin necesidad de que mi cara cambie tanto de color, así ahorraría líneas de expresión futuras.
Si fuera tarde para encontrar todo esto, quisiera al menos el tiempo suficiente para cepillarme los dientes y peinarme en la misma mañana, o el lujo de sentarme y comer tranquila mi comida caliente o de ver ese programas de televisión que tanto me gusta.
Sería demasiado pedir que pudiéramos llamar "verdura" a los tacos y que no engorden? Me ayudaría a tener la conciencia en paz con respecto a la alimentación de los niños.
Bueno Santa, el timbre de salida me indica que terminó mi tiempo y los otros papás quieren avanzar.
Que tengas buen viaje y recuerda limpiar tus botas antes de entrar cuando vayas a mi casita, a esa bendita duela tono chocolate se le nota todo!
Puedes comerte las galletas que te dejamos en la mesa, pero cuidado con dejar migajas por favorcito ;)
Con cariño,
Mami
P.D: ¡Ahhhh!... Se me olvidaba, puedes anular todos mis deseos con tal de que hagas que mis hijos crezcan felices, que tengan salud y amor por la vida, que sepan valorar y nunca se olviden de lo poco o mucho que les pude ofrecer y que se conviertan en personas exitosas y de bien, seguros de si mismos, con paz y amor en su mente y en su corazón.
Ahora si me voy,
besos.
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