La mayoría de los virgo son muy pacíficos y tienen un control total de sus emociones. Pero, unos más que otros, son dados a las rabietas cuando se enfadan.
Muestran su enfado a gritos, tirando y rompiendo las cosas. En ese momento, no escuchan ni media opinión del oponente.
No son buenos discutiendo cuando están enfadados, porque se toman el ataque muy en serio. Tan en serio, que pueden guardar rencor durante toda la vida.
Virgo es capaz de enfadarse antes consigo mismo que con los demás.
El lógico y bueno de virgo comprende que cada persona es un mundo y que cada uno ha de hacerse cargo de sus propios errores. Ahora bien, hay cuestiones excepcionales que le hacen hervir la sangre. Todas ellas relacionadas con la falta de consideración y respeto.
Por ejemplo, la falta de ética de quien realiza un soborno para obtener un trato de favor. O, quizás, que dejes plantado o tirado a virgo en el último momento de un compromiso importante.
La mayoría de las veces, este signo controla sus emociones. Tú dirías que permanece impertérrito ante la ofensa, pero en realidad lleva la procesión por dentro.
En contadas ocasiones, cuando la furia le sobrepasa monta una rabieta o te sorprende con un gesto explosivo, como arrojar un objeto por la ventana o dar un golpe sonoro en la mesa.
En esos momentos, como ocurre con la mayoría de los signos, es mejor dejarlo a su aire hasta que se le pase el ofuscamiento. Eso, si no quieres que la bola se haga más gorda y que del enfado se deriven consecuencias que deterioren para siempre tu relación con virgo.
Pero, atención, a virgo no le sirven las simples disculpas o justificaciones en las que se dé cuenta de que intentas manipularle. Eso es una doble ofensa para este signo. A virgo hay que explicarle el cómo y el porqué de lo sucedido. Hay que aclararlas debidamente.
Algo muy bueno a favor de este signo es que, quizás se desahogue contándole a alguien sus problemas, pero nunca te da la puñalada por la espalda por aquello que le hiciste, pregonándolo con saña para desquitarse o vengarse de ti. Espera a que se calme y ofrecele buenas RAZONES.
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