No es la altura, ni el peso, ni la belleza,
ni un título o mucho menos el dinero
lo que convierte a una persona en grande.
Es su honestidad, su decencia,
su amabilidad y respeto por
los sentimientos e intereses de los demás.
Cuando habla de frente
y vive de acuerdo a lo que dice,
cuando presta atención,
cuando mira a los ojos y sonríe.
Una persona es grande cuando comprende,
cuando se coloca en el lugar del otro,
cuando obra no de acuerdo
con lo que esperan de ella,
sino de acuerdo
con lo que espera de sí misma.
Es el corazón, el alma
lo que realmente importa,
lo que es perenne y prevalece
hasta mas allá de nuestra vida.
Mucha gente entrará a nuestra vida,
pero solo las grandes personas
son las que nos acompañaran siempre
hummmm eso es lo que siempre pienso que molesta a algunos hummmmmmm
ResponderBorrarme gusta esta pagina gracias
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