"Que grande es la Madre, que hasta Dios quiso tener una"
Los niños se desarrollan con una conciencia clara de lo que es Dios, ante un concepto de vida que se basa en sobrevivir los primeros años, la respuesta es clara:
Es Quien conduce,
Es Quien cuida y
Es Quien sabe...
Eso es suficiente para mantener su confianza y su espiritù se mantiene a ratos en el devenir cotidiano y a ratos en ese remanso de paz que le da su conexión con él, justifica incluso muchas injusticias en pos de un designio del Padre y esto se observa en el natural concepto de la muerte que tiene el niño, hasta que escucha hablar de "sufrimiento", mismo que concibe mas claramente llegada la adolescencia, justo donde comienza su necesario desarrollo mental, intentando razonar aquello que hasta entonces solo sintió, de tal manera que esa etapa es un encierro con lo que comienza a concebir como su propia esencia y empieza a buscar respuestas basadas en la lógica de un cerebro que las necesita.
Aparecen entonces las angustias, la búsqueda del entendimiento de conceptos como inmortalidad, alma, espiritù, religión etc. y es que la mente se está re-programando para una vida en lo individual y crecer duele, duele abandonar el regazo materno, acercarle lo más posible conceptos de espiritualidad es mas que necesario para ellos, si bien en esa etapa sus preguntas no quedarán del todo resueltas y con todo y su natural rebeldía, se pueden abrir las puertas para el siguiente trance una vez que estén planteadas primero todas las dudas.
El alma individual se instala definitivamente en el cuerpo una vez pasada la adolescencia y el correcto desarrollo mental, será entonces cuando se comiencen a entender conceptos derivados del mundo emocional, del reino del corazón ahí donde reside la gran conexión y la verdadera consciencia y es aquí donde surgen, sobretodo en las nuevas generaciones, los dolores derivados del miedo ante la incertidumbre y son esos los dolores de parto del alma invadiendo en su totalidad el cuerpo, donde se asume la consciencia individual en su totalidad, donde se hacen conscientes de las pérdidas y de su propio futuro, pues llegamos al punto donde todo comienza de nuevo, hay que buscar con mente y corazón la respuesta a ¿Quien es Dios? y ¿que hago aquí? y desgraciadamente, para quien así lo piensa, es algo que se hace en lo personal y nadie podrá hacerlo por otro.
- ¿Madre quien es Dios? pregunto la joven a su Madre
- Tendrás que buscar la respuesta
-¿Entonces, aquello que me enseñaron a creer fue mentira?
Y sabiamente ella le contesta:
- No, fueron las respuestas necesarias para esa edad, así como tu has crecido, deben de crecer tus conceptos religiosos.
Sentir angustia cuando jóvenes es necesario para comenzar la búsqueda, comienzan a darse cuenta que la mente no tiene todas las respuestas y que quien asì lo afirmó, lleno su vida de grandes vestigios de amargura y resentimiento, porque la fe, es necesaria y a partir de cierta edad la fe es el resultado de la experimentación, es hacer un conocimiento propio por medio de la experiencia, es aquella que concilia mente, corazón y espiritù y que una vez entendida no te abandona jamás y se convierte en tu mejor bastión.
"No hay paciente mayor de 35 años que no busque un sentido religioso a su vida" comentaba Jung, esa búsqueda es necesaria y para eso hay que expandir el corazón, porque a Dios no se le entiende, SE LE VIVE, no se piensa SE LE SIENTE y es ahí donde se hace presente.
Aparecen entonces las angustias, la búsqueda del entendimiento de conceptos como inmortalidad, alma, espiritù, religión etc. y es que la mente se está re-programando para una vida en lo individual y crecer duele, duele abandonar el regazo materno, acercarle lo más posible conceptos de espiritualidad es mas que necesario para ellos, si bien en esa etapa sus preguntas no quedarán del todo resueltas y con todo y su natural rebeldía, se pueden abrir las puertas para el siguiente trance una vez que estén planteadas primero todas las dudas.
El alma individual se instala definitivamente en el cuerpo una vez pasada la adolescencia y el correcto desarrollo mental, será entonces cuando se comiencen a entender conceptos derivados del mundo emocional, del reino del corazón ahí donde reside la gran conexión y la verdadera consciencia y es aquí donde surgen, sobretodo en las nuevas generaciones, los dolores derivados del miedo ante la incertidumbre y son esos los dolores de parto del alma invadiendo en su totalidad el cuerpo, donde se asume la consciencia individual en su totalidad, donde se hacen conscientes de las pérdidas y de su propio futuro, pues llegamos al punto donde todo comienza de nuevo, hay que buscar con mente y corazón la respuesta a ¿Quien es Dios? y ¿que hago aquí? y desgraciadamente, para quien así lo piensa, es algo que se hace en lo personal y nadie podrá hacerlo por otro.
- ¿Madre quien es Dios? pregunto la joven a su Madre
- Tendrás que buscar la respuesta
-¿Entonces, aquello que me enseñaron a creer fue mentira?
Y sabiamente ella le contesta:
- No, fueron las respuestas necesarias para esa edad, así como tu has crecido, deben de crecer tus conceptos religiosos.
Sentir angustia cuando jóvenes es necesario para comenzar la búsqueda, comienzan a darse cuenta que la mente no tiene todas las respuestas y que quien asì lo afirmó, lleno su vida de grandes vestigios de amargura y resentimiento, porque la fe, es necesaria y a partir de cierta edad la fe es el resultado de la experimentación, es hacer un conocimiento propio por medio de la experiencia, es aquella que concilia mente, corazón y espiritù y que una vez entendida no te abandona jamás y se convierte en tu mejor bastión.
"No hay paciente mayor de 35 años que no busque un sentido religioso a su vida" comentaba Jung, esa búsqueda es necesaria y para eso hay que expandir el corazón, porque a Dios no se le entiende, SE LE VIVE, no se piensa SE LE SIENTE y es ahí donde se hace presente.
Ninguna afirmación, programación o cualquier comando que parte de la mente es suficiente cuando no hay emoción o sentimiento... repetir no basta, no cambia nada, SENTIR es la piedra filosofal, de ahí parten el poder y la dignidad del ser, no se busca a Dios en los libros, se aprende de ellos, pero se busca a Dios dentro y en cada una de sus manifestaciones y crece en la medida que lo dejes hacerlo.
Un niño de primaria que desea ser ingeniero, se asustará inevitablemente cuando conozca el examen que deberá pasar para entrar a la Universidad, es lógico, aún no tiene la edad para entenderlo y la prueba existe y no cambiará, pero es suficiente con hacerle entender que una vez que tenga que hacerla, estará listo y todo se aclarará. Lo mismo pasa con nuestro concepto de Dios, sus elevados conceptos existen, los buenos y aquellos que nos asustan, como la muerte, pero de la misma manera, si estamos en el camino, conforme vayamos avanzando lo iremos entendiendo.
"Dios es el mismo, aunque tenga mil nombres, pero tienes que escoger uno para llamarlo".
Un niño de primaria que desea ser ingeniero, se asustará inevitablemente cuando conozca el examen que deberá pasar para entrar a la Universidad, es lógico, aún no tiene la edad para entenderlo y la prueba existe y no cambiará, pero es suficiente con hacerle entender que una vez que tenga que hacerla, estará listo y todo se aclarará. Lo mismo pasa con nuestro concepto de Dios, sus elevados conceptos existen, los buenos y aquellos que nos asustan, como la muerte, pero de la misma manera, si estamos en el camino, conforme vayamos avanzando lo iremos entendiendo.
"Dios es el mismo, aunque tenga mil nombres, pero tienes que escoger uno para llamarlo".
De Paulo Coelho
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